LA SENDA DEL ARBOL

Marta Caparrós



Fede y Carlos habían decidido esa noche ir a las Fiestas de San Hermenegildo, al lado de su pueblo Cantorrodao. Iban en el coche de camino cuando, al doblar una curva, encontraron un árbol tirado en la carretera
No hubo tiempo de reacción. Carlos, para no chocar contra el árbol, hizo una maniobra, y el coche comenzó a dar vueltas como un trompo, hasta que se detuvo en el borde la carretera, dejando medio coche fuera del precipicio y la otra mitad bien apoyada en el suelo. No deberían mover el coche si no querían desequilibrarlo. Nadie los vería hasta por la mañana, con un poco de suerte.


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